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Codigo Da Vinci IV

Jueves 25 de mayo de 2006


No hay ataque central de las iglesias, contra la pretensión del libro El código Da Vinci de nombrar a Maria Magdalena, Diosa y no por ser Maria Magdalena. Ni aun, la Virgen María, la mujer más pura que ha habido y habrá, cuando unos cristianos de la Península Arábiga la constituyeron en Diosa, en los primeros siglos del cristianismo, el Profeta Muhammad – que la paz y bendiciones sean con él – menciona que ella nunca dijo que era Diosa, sino que siempre se constituyó como la madre de Jesús, y sierva sumisa de Dios.
Para los cristianos, que Maria Magdalena sea una Diosa, es contraria a su doctrina. Para musulmanes y judíos, es una blasfemia.
El concepto del libro es lo siguiente: Si hay Dios Padre porqué no una Diosa Madre.
El concepto de Dios Padre inaceptable para musulmanes, debe verse como un término simbólico, no real. Sería así, “Padre”. Nadie está pensando en Dios como masculino y por consiguiente incompleto,
Dios es el Todo y no admite división de género ni de simetría, ni de dimensión, ni de tamaño, ni de tiempo, ni de nada. Dios es el Infinito. El eterno Absoluto. Ha existido siempre y existirá para siempre y es absoluto y por consiguiente no tiene contraste. Lo contrario de Dios es Dios mismo; el inverso de Dios es Dios mismo.
Incluso el género es una de tantas divisiones de lo finito. El macho, el hombre completamenta a la mujer y viceversa. Cada género otorga la ½ de los cromosomas, fusionándose ambos en una nueva génesis.
¿Cómo puede Dios, el Infinito, complementarse?
Nosotros decimos Alahumma, Dios nuestro y para evitar confusiones, no decimos Padre nuestro, ni siquiera entre comillas.
El término AL, o EL o IL, compuesto por Alef, Lam en los lenguajes semíticos, significa Dios con minúscula y ALAT es su femenino. No nos estamos refiriendo al Todo, a Dios con mayúsculas; sino cuando hablamos de las deidades paganas, que siendo finitas tenían su complemento.
Allah es un término único, que significa Dios único, infinito, Absoluto y Eterno y no admite ni masculino, ni femenino, ni plural.
Es el mismo y único Dios, de Todo, de Todos y de Todas.
El concepto de una Diosa es inaceptable también para los cristianos.
El libro “El Código Da Vinci” justifica a la Diosa, a través de varios conceptos en el libro:
“La Diosa de los Evangelios”
“La sangre femenina de lo sagrado”
“La creencia de la Divinidad femenina está muy bien documentada a lo largo de la historia del priorato” iconografía de la Diosa, el paganismo, las deidades femeninas y el desprecio de la Iglesia.
“La Diosa contemplada en los manuscritos de Naj Hammadi”
“El Santo Grial” no es un cáliz. Es el ideal femenino, el cáliz o grial, el vientre de María Magdalena, es símbolo de la feminidad, fertilidad, lo femenino y constituye una V en un triangulo invertido. El ideal masculino lo constituye el falo, la pirámide o la espada, el triangulo con el vértice arriba (Jesucristo). Juntos dan una unión, de lo femenino con lo masculino, la estrella de David o sello de la Salomón.
El Santo Grial es así –
1- Una genealogía completa de los descendientes de Cristo. (Decenas de miles de páginas de información).
- Miles de páginas anteriores a Constantino.
- El documento que escrito con el puño y letra del mismo Jesucristo.
- El Diario de Magdalena (Documentos que servirá seguros para próximas publicaciones del Código Da Vinci). Y el sarcófago con los restos de María Magdalena; cuyo objetivo es orar a los pies de la descastada, de la divinidad femenina perdida. En Londres, en la Capilla de Rosslin, se encontró la sangre de Cristo, a través de su descendencia con Maria Magdalena. En París, en el monumento a la Pirámide Invertida y el Louvre, se encontró el Sarcófago de María Magdalena) la “Diosa”.
Fin del primer libro. El segundo, próximamente.
El problema terminaría allí en una novela de ciencia ficción, sin mayor trascendencia, más que una trama bien orquestada, con simbolismos matemáticos y esotéricos, que cualquier lector inclinado a las matemáticas y al esoterismo, podría fácilmente desentrañar.
Sin embargo, analizando algunos detalles, nos demuestran que no es un Código de ignorantes sino para ignorantes. Hábilmente el autor a través de ciertas verdades, mentiras y medias verdades, pretende hacer una obra intrascendente, para no tomarse en serio, pero que no es así.
1- En primer lugar, niega la Divinidad de Cristo, no por un rígido monoteísmo, sino que para crear una Diosa en su lugar.
2- De esa forma la Santísima Virgen María, queda totalmente relegada; de alli el análisis negativo de la Virgen de las Rocas del Louvre, donde la Virgen con los dedos de garra de águila, sujeta una cabeza invisible,
3- La relación de Jesús se vuelve magdaleno-dependiente. Magdalena es la Diosa Madre, en la relación con Dios Padre y Jesús, al igual que la Virgen en la versión original, sólo sirve para trasladar el engendramiento de Sarah a través de la Diosa Magdalena. Jesús es un simple mortal pero a la par de una Diosa. El inverso del dogma cristiano de la Trinidad: Dios Padre-Dios Madre-Diosa hija.
Eso lo veremos, estoy seguro, en futuras ediciones. Para mí es una terrible blasfemia.
¿Cómo pueden los Católicos tener duda?
Si profundizan un poco, se sorprenderán de los alcances malévolos de la obra.
4- De esa forma, se ve como Magdalena a pesar de ser la escogida por Jesús a predicar su doctrina en lugar de Pedro (ataque directo contra la Iglesia Católica) huye a las galias y no hace nada por ello.
Y Pedro y Pablo son martirizados en Roma en el año 64 predicando el Cristianismo.
Y Maria Magdalena en las Galias, preparando – según el libro – los manuscritos de su nueva doctrina, que hoy empieza a vislumbrarse en el Siglo XXI.